Arroz con Espinacas

Bueno Carlota, cortala un cacho con la masa. Hoy vamos a comer a lo de Ariel que hizo un arrocito con espinacas riquísimo. Callate y comé, que otra vez, es gratis.

[Mi versión del Arroz con Espinacas].

Sí señores, como tenemos mucho poder de convocatoria, Ariel de Malversa, volvió a mandarnos una receta, esta vez, Arroz. Obviamente, como no me gusta recomendar cosas que no he probado (?) me ví en la obligación de hacer la receta y, la verdad, es genial. Fácil, rica y rápida. Justo para una noche en la que no tenes ganas de cocinar porque volves, por ejemplo, del teatro. Ahora los dejo con Ariel, que relata tan pero tan bien su receta.

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Volvió de ver “Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo”.
La noche ya era un nuevo día. No quiso caer en la tentación del paty, y librarse del mal pancho.
Pensó: “¿qué acelga?”. Pero no había acelga, tan solo medio paquete de espinacas en el freezer.
Pensó “¿por qué las relaciono? ¿Por qué son ambas verdes?”
Puso una taza de arroz con dos de agua junto a las espinacas en una ollita a fuego lento.
Pensó que Lopilato es creíble haciendo de joven Dissi. Pensó que Araoz ya es el actor fetiche de Duprat y Cohn.
Se preguntó porqué los directores caen en el fetichismo, habiendo tantas otras perversiones.
Se preguntó si Póncela es un apellido o una confesión de orientación sexual.
Recordó un texto de Foucault quien decía que occidente se siente obligado a confesar.
Para entonces, el líquido de la olla estaba cremoso, y decidió agregar un tomate picado, semillas de amapola, sal y algunos condimentos más.
Entonces hizo en el centro un espacio, como un volcán, y rompió los huevos. Tapó la olla, dejó unos minutos más y apagó el fuego.
Minutos después, con una porción de la preparación en un plato, el tenedor elevò un bocado, y desde arriba se derramó la tibia yema como una bendición.

Acá la versión de Ariel.





Ingredientes:

1 taza de arroz
2 tazas de agua
espinacas a gusto
1 tomate en cubitos
1 huevo
1 caldito de verdura*




¡Gracias Ariel, volvé cuando quieras!


¿Y, Carlota, qué te pareció?

[*en mi versión no usé sal, le puse el cubito]